Érase una vez, un hombre llamado Daniel.
Era muy valiente, pero un día Daniel en el bosque se encontró a un oso feroz que quería comérselo porque tenía mucha hambre.
Daniel miró en su mochila y tenía su comida y se la dio al oso y desde ese día se hicieron muy amigos.
Daniel le dijo: Siempre te traeré comida para ti. FIN
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